Hola a tod@s,
El pasado fin de semana tuve la oportunidad de asistir a una de las numerosas fiestas medievales que se celebran en nuestro territorio. Y la verdad, me acordé mucho de un estudio realizado por el amigo Antoni Rojas del ICRPC. Las conclusiones de su estudio vienen a decir que en una parte importante de las fiestas históricas recreadas no se identifican ni con el lugar ni con su historia. Y la verdad, ya estaba de acuerdo antes, pero después de este fin de semana ya no hay ninguna duda.
Tod@s tenemos claro que la explotación de los recursos culturales ha de tener una finalidad clara: buscar el beneficio social, cultural, educativo y económico de la comunidad que sustenta tal patrimonio. Esta es la función social del patrimonio cultural.
El beneficio económico suele asociarse al turismo. Pero como ya hemos explicado en anteriores ocasiones el silogismo promoción del patrimonio=fomento del turismo «per se» no es cierto. Para que un conjunto de acciones sobre el patrimonio cultural impliquen el desarrollo turístico de un territorio es necesario un trabajo intenso. Un gran esfuerzo que empieza con la planificación de un proyecto acompañado de un liderazgo político claro. Este escenario será capaz de diseñar un plan de acción bien detallado que debe iniciarse con un plan estratégico que contenga la creación de un discurso o relato, productos, planes de viabilidad, planes de marketing territorial, comunicación…. En definitiva, el desarrollo turístico de un territorio a partir de sus recursos culturales es el fruto de una estrategia planificada, pensada, trabajada y sobretodo coherente con el territorio y su identidad cultural.
Este fin de semana he observado como en un pueblo al sur de la comarca de la Anoia (Barcelona), su ayuntamiento ha organizado una feria medieval argumentando el desarrollo turístico y económico. He visto caballeros con armaduras y sus luchas, he visto comer pulpo, he visto feriantes y también algunos artesanos… Y todo esto organizado ante una gran fachada de un gran edificio industrial de principios del siglo XX convertido actualmente en centro tecnológico.
¿Planificación? ¿Estrategia? ¿Interés por la promoción del patrimonio cultural? ¿Discurso? Tan solo con un poquito de todo esto se podría diseñar una política de desarrollo turístico a partir de un relato coherente con el pueblo y con capacidad para crear productos que aporten beneficios reales a su comunidad.
La situación actual nos pone ante nuevos paradigmas. La puesta en marcha de acciones fáciles y cortoplacistas que aportan poco a las sociedades ya no son un camino válido. La planificación y el conocimiento del territorio y sus recursos es una línea de actuación más larga y posiblemente con más obstáculos, pero que definitivamente nos acerca de manera más efectiva al éxito… Al beneficio para toda la ciudadanía de un territorio.
Espero que este post sea de vuestro interés,
Saludos!
Daniel Gutiérrez EsparteroConsultor en Patrimonio Cultural
937789993 / 626420510 Chat Skype: daniguties
Cuánta razón amigo. El problema es el de siempre, que los plazos para que un proyecto cultural de estas características funcione es más que los 4 años que dura una legislatura y somos muy poco generosos.
Dolores,
Es tal y como comentas… y además añadir que como estos proyectos han de pertenecer a toda la comunidad, más allá de los tempos políticos, son necesarios técnicos y políticos con capacidad para liderar.
Estamos en contacto!
Muy interesante el post, de acuerdo con todo lo que comentas. Aparte de resaltar la coherencia, que es una palabra que está en peligro de desaparecer, añadiría respeto: por el territorio, por la ciudad histórica y por sus habitantes, sean residentes, visitantes, técnicos e, incluso, políticos. Porque al fin y al cabo… no se puede generalizar,
Leonor,
Muchas gracias por participar! Totalmente de acuerdo con tu comentario. Coherencia y respeto son conceptos básicos que no se pueden perder… sinó estaremos «perdidos».
Saludos!
Hola, es la primera vez que entro en tu blog y realmente estoy muy de acuerdo con este post. Añadir un breve matiz dentro de la linia: coherencia, respeto y IDENTIDAD. Sin esto último, el patrimonio queda como un anexo, un escenario donde se proyectan solamente actividades inconexas. Hasta que cada municipio no se identifique con un echo histórico, un edifico, algún tipo de estilo… Sin ello, esta feria como muchas otras tanto pueden haverse celebrado aquí como en otro municipio.
Hola Marc!
Gracias por participar en el post. Totalmente de acuerdo con tu matiz! Es necesario trabajar el espiritu del lugar, su idntidad cultural. Si no es así, dificilmente podemos hacer uso de la función social del patrimonio cultural
Saludos!
Enhorabuena por el blog, esta muy en la linea de lo que estoy empezando a estudiar e investigar. El patrimonio debe jugar un papel fundamental en el desarrollo económico y turístico, pero no sin una coherencia y un discurso claro, para ello creo que es fundamental un trabajo interdisciplinar y multidisciplinar.
Me ha encantado tus post, te sigo.
PDT: Te invito a que te pases por mi blog, lo acabo de abrir pero espero que me de muy buenos resultados.
Un Fuerte saludo.
Hola Daniel, tanto tiempo.
En Argentina existe un caso similar muy conocido, y aunque numéricamente insignificante en términos de cantidad de turistas, muy remunerativo para los emprendedores ya que el perfil del turista es internacional. Desde la perspectiva patrimonial se encontraría dentro de lo que se entiende como patrimonio intangible o inmaterial (con base material como todo bien intangible claro está) y desde la plataforma turística se clasificaría dentro del turismo rural. El caso se ubica en la Pampa argentina y es la marca-imagen «el gaucho». Debe aclarase que el mencionado soporte material es un Casco de Estancia pampeano en el 99% de los casos, puede decirse, el principal atractivo en la jerga turística. Pero a no engañarse, el turista desea -entre otras cosas- comer un rico asado hecho por un «gaucho» y conocer el ámbito típico en el que este hijo de la planicie infinita se desemvuelve. Desea ver algo «autóctono»… que por otro lado es lo que todos desearíamos ver.
No deseo aburrir, pero resulta que «el gaucho» comunicado desde el Marketing turístico es el gaucho de Hernández (Martin Fierro) el cuál, como tal y en su modo de vida, existió en una franja temporal borrosa entre fines del siglo XVIII y principios del XIX. Y, como tal, las condiciones y el contexto que le dieron forma como producto histórico-social -obviamente- ya no existen.
¿El resultado?; un falso histórico. ¡Cuidado!, esto no significa que no puedan conocerse Cascos de Estancias pampeanas en excelente conservación y con una gestión alejada de los anacronismos históricos y tampoco quiere decir que no se pueda comer un rico asado. Incluso, la vestimenta utilizada por el peón o patrón en el espacio rural pampeano hoy (la bombacha de campo; etc.) se acerca mucho a la utilizada en el siglo XIX pero recordemos que el turismo y la persecución de beneficios económicos inmediatos -juntos- no son buenos amigos de las manifectaciones floklóricas auténticas.
Por otra parte, muy de acuerdo con la primera usuaria-comentarista del artículo doloreslobillo que, a su vez y agravando el aspecto privado, señala que el ámbito público funciona en el módulo de 4 años. Muchas veces es imposible planificar a largo plazo, lo cual, dicho de otra manera, es difícil realizar una Diagnosis y Planificación adecuada en poco tiempo.
Espero no haberla hecho larga. Un placer participar nuevamente en esta Web y, nuevamente, felicitaciones por ella. Saludos, Lisandro.