Hola a tod@s,
Mi actividad profesional me lleva a menudo a reuniones donde mis interlocutores se plantean que hacer con su patrimonio cultural, como gestionarlo, ponerlo en valor, dinamizarlo, explicarlo…. Estos escenarios se dan más frecuentemente de lo que pueda parecer. Cuando durante mucho tiempo no se ha trabajado sobre el patrimonio cultural, hay que empezar de cero.
Antes estas situaciones lo primero que pregunto es sobre sus objetivos. ¿Qué pretenden llevar a cabo? ¿Para qué? Una vez escuchadas sus respuestas les propongo hablar, comentar y reflexionar entorno la Función Social del Patrimonio Cultural. Ya hemos comentado este concepto en anteriores posts.
Finalmente todo nos lleva a hablar de legislación y normativas. La legislación sobre el patrimonio cultural (de caràcter cultural y urbanístico) pretende básicamente tres objetivos claros en relación al patrimonio cultural: Protección, Investigación y Difusión/Divulgación. Por tanto nos encontramos con unas leyes o reglamentos garantistas que implican la aplicación de políticas encaminadas a conseguir los objetivos ya citados.
A partir de aquí ¿Qué procedimiento hay que seguir?
1. Conocer (inventariar, catalogar e investigar): Los inventarios y catálogos de bienes culturales inmuebles tienen que ir mucho más allá de un carácter descriptivo. Han de permitir conocer la información básica de este tipo de bienes inmuebles, los datos que los definen, la situación de sus estructuras, las medidas que la administración ha tomado para su protección y conservación, sus valores culturales… y un largo etc.
2. Proteger (planeamientos urbanísticos, poum, planes especiales): De nada sirve inventariar, catalogar investigar si no se protege el patrimonio cultural. En este sentido se entiende la necesidad de la administración pública (normalmente ayuntamientos) de gestionar, proteger y conservar el patrimonio cultural inmueble, y por tanto se hace necesario, dentro de los procesos de redacción de planeamientos urbanísticos la elaboración de los catálogos de bienes culturales inmuebles. El planeamiento urbanístico, su catálogo y la normativa establecida son herramientas que facilitan la gestión, con garantías, del patrimonio cultural inmueble del municipio.
3. Divulgar (planes de dinamización, puesta en valor…): A esta fase sólo se podrà llegar si se han cumplido con las dos anteriores. No se podran proyectar productos educativos, culturales o turísticos entorno un bien patrimonial si antes no ha sido investigado (se conocen sus valores y sus aportaciones), o si antes no ha sido protegido (reconocimiento legal, normativas urbanísticas, usos…).
Esta es mi recomendación cuando una institución quiere empezar a planificar y trabajar sobre su patrimonio cultural.
Espero que sea de vuestro interés.
Hola, Daniel. Obviamente, debido a mi profesión, no puedo más que coincidir contigo. Y me permito ampliarlo en un tema que me es muy caro: la puesta en valor. Lamentablemente, si bien no resulta tan difícil contar con el reconocimiento gubernamental acerca de la importancia de un bien cultural (no cuesta dinero) y muchas veces también la cuestión económica se resuelve -por ejemplo, con una asociación de amigos), se carece de algo fundamental: el profesional que sepa cómo poner el bien en valor. Y esto te lo digo con conocimiento de causa: he vivido y trabajado en distintos lugares de Centroamérica y también en España -Barcelona incluida- y no sólo no existen carreras de museología, por ejemplo, sino sólo algunos masters dirigidos a arquitectos, licenciados en arte e historia, etc. etc., con lo cual no se resuelve en manera alguna el problema de la FALTA DE COMUNICACION entre el bien cultural y el público visitante. Y, por más que se ofrezcan visitas guiadas personales o por auriculares, ello no resulta suficiente. Porque no sólo es necesario interpretar el mensaje del bien en cuestión sino -fundamentalmente- saber codificarlo para que sea correctamente entendido por el púbico homogéneo que accede al mismo.
Lamentablemente, los responsables de la administración de los mismos, que no están capacitados para realizar ese trabajo, tampoco tienen la humildad necesaria para aceptarlo y recurrir a los servicios de quienes sí son profesionales en la materia. Por ello, las visitas a museos, casas museos y/u otros bienes de interés cultural, suelen resultar tan frustrantes para el público, que sólo cumple con el «estuve y me saqué una foto en el lugar».
Hola Mirta,
Antes de nada, agradecer tu comentario.
Estoy totalmente de acuerdo contigo en relación a la falta de formación de los profesionales que trabajamos en la interpretación del patrimonio cultural. En mi caso, una parte importante de mis conocimientos se debe a la experiencia de años trabajando con el patrimonio cultural. Ciertamente faltan estudios dedicados a la interpretación y comunicación del patrimonio cultural.
Respecto la situación en la administración pública, creo que hay un poco de todo, como en todas partes. Tenemos ejemplos de personas entregadas, valiosas y con grandes aportaciones y otras personas que a veces pueden ser más un obstáculo que otra cosa.
De la manera que sea, nuestro futuro está en trabajar, proponer, participar y compartir. Las dificultades existen y existiran. Hemos de pasas por encima de ellas. Esto que parece una respuesta un poco naïf, para mi no lo es. Mi proactividad es mi valor. Des de mi punto de vista, nuestra proactividad es nuestro valor como profesionales del patrimonio cultural.
Saludos!